Querido artista,
ya no te avergüences más de tus pensamientos inquietos y mucho menos de las ideas de formas que continuamente están emergiendo de tu mente porque estas ideas, si decides labrarlas con pasión y disciplina, un día serán las estrellas en un oscuro firmamento. Pero tendrás que resurgir del derrumbe una y otra vez para, por fin, ascender y tratar de tocar el manto de la trascendencia.
Yo sé que dudas de tu talento y de que un día tus obras verán la luz, y que podrás vivir de ella sobre todo, pero préstame mucha atención, porque si tú eres en verdad un artista, sabes que eres un artista. Y estás dispuesto a recorrer el largo y empedrado camino de ser un artista, es porque tú sabes, estás convencido de que en tus ojos se refleja un mundo distinto, un mundo que otros no pueden ver y no pueden comprender, un mundo donde la razón y la locura colapsan y han borrado toda frontera en ti.
Sabes que habito una creatividad que constantemente desafía las normas y los controles, una creatividad que engendra la genialidad desde el caos. Es ahí donde nace la tormenta, esa tormenta que arrastra consigo la chispa de la originalidad, esa locura creativa que te consume, que te duele, puede producir el eco que puede resonar en los corazones de millones de personas. Pero esto solamente lo logran aquellos que se atreven a escuchar lo más salvaje, lo más loco que habite en ellos.
Si tú eres un artista, hay una fuerza en ti que te empuja constantemente a romper la barrera de lo establecido porque te interesan los territorios más desconocidos, sí o no?
Por eso, el verdadero artista está dispuesto a abrir su propio interior, porque cava, pica, rasga, araña hasta que penetra y le hace un hueco a la montaña.
Yo quiero que entiendas lo siguiente, que en tu mente, en tu corazón, habita un Universo de creatividad. Y aunque por el momento a ti te parece esto un abismo, pues ahí está la locura en su más pura esencia, en tu corazón llevas el oficio de Dios, el del artista.
La creatividad nos recuerda que la cordura también es una ilusión fugaz. El ser creativo es un malabarista que camina sobre una línea borrosa entre la realidad y el delirio. Y si caes en esa línea debido al peso, pues de una idea te levantas con la fuerza y con el deseo de cumplirla o de crear una nueva. Porque la locura creativa existe, pues también para no morir de realidad.
Quien valientemente se aferra a ella, pues con su arte puede tocar al mundo, cambiar al mundo. Esos locos hacen de este mundo un lugar más soportable, el escenario de la vida está esperando tu voz, tu música, tus poemas, tus pinturas, tu arquitectura, tus recetas, tus negocios, tu locura.
Deja que la chispa de la genialidad encienda y empiece a consumirte y así engendres lo maravilloso que hay en ti. Vamos creador, por favor, vamos artista. Te necesitamos, ya no tengas miedo a experimentar esa locura. Esa es la herramienta de tu oficio, la extensión de todo tu ser.
Deja que corra por tus venas como un caudal, borra ya no te avergüences. El mundo necesita de tu arte hoy, aunque el mundo todavía no lo sabe. Ya no juzgues más tus ideas, ya no las compares con las de nadie más. Ve y crea lo que te nace aquí, aquí, aquí en las entrañas.
Ten fe en tus ideas y si eres capaz de ser quién eres, de hacerte responsable de tus ideas, de lo raro y extraño que eres, no te va a quedar otra más que coronar. Pierde la vergüenza y nacerá en ti tu forma más auténtica, esa rareza es un lujo, te va a sacar de lo convencional y ahí te vas a dar cuenta que nadie te entiende.
Pero si nadie te entiende, pues a lo mejor por fin vas en el camino correcto. Ya no desmayes, no desmayes, porque si continúas por ese sendero, muy pronto vas a hallar a miles que harán resonancia contigo. Te quiero ver brillando en el firmamento.
Oye, vamos a sendero desde el derrumbe.
Gracias a Daniel Habif por este hermoso pensamiento reflexivo.
¿Te gusto?